Esta es una recomendación para los
partidos políticos: Cambien su agencia de comunicación porque la que tienen
ahora no les diferencia del resto de los partidos.
En el ámbito profesional trabajamos
la comunicación para aportar asertividad a las relaciones, mejorar los estilos
de liderazgo, conseguir buenos acuerdos, fomentar el compromiso con la marca y
varias cosas más. Tratamos de adecuar los mensajes al objetivo pretendido y al
contexto en el que se produce y nunca se nos ha ocurrido pensar que una misma “coletilla”
sirva para todo.
No parece que esto funcione así en
el ámbito político pues la única respuesta que se les ocurre ante las
acusaciones de corrupción es negar la mayor: “Yo no sé nada”; y, en caso de que
se insista la respuesta es: “Pues anda que tú”. Este tipo de respuesta es la
recomendación que se da a las parejas infieles para utilizar cuando el cónyuge
les pueda descubrir en la cama con otra persona: “Niega la evidencia que
siempre quedará la duda”. Respuesta que no es recomendable para los políticos
porque las situaciones no son las mismas y, por tanto, no se justifica que
siempre se actúe igual.
Por poco honorable que sea:
- - No es lo
mismo que se extorsione a un empresario después de haberle concedido un trabajo,
exigiéndole una comisión bajo amenazas, que pedir una comisión a cambio de un
trato de favor en una adjudicación, máxime si el trato de favor se consigue por
haber mediado ante un amigo que consigue una concesión en un país extranjero.
- - No es lo
mismo quedarse con un dinero que iba destinado a la formación y que acaba en el
bolsillo de alguien que ni siquiera ha hecho un curso, que favorecer las
subvenciones de desempleo o jubilar anticipadamente a personas que aún no están
en la situación correspondiente.
- - No es lo
mismo no declarar a Hacienda los ingresos de un trabajo legalmente realizado,
que generar ingresos por facturas falsas que, por supuesto, no se van a
declarar.
No den ustedes la misma
explicación para todo. Hasta Podemos
que parecía haber contratado a otra Agencia de Comunicación, está cayendo en
los mismos mensajes manidos y nada creíbles. Traten de explicar lo que ha
pasado, excúlpense, introduzcan todos los condicionantes que consideren
oportunos, pero, por favor, no nos digan que no saben qué hacía ese señor o esa
señora con usted en la cama.