O de porqué un loco advertía a los caminantes que debían de mirar hacia adelante.
Aquel manicomio estaba recorrido en su parte de atrás por una vía de tren, cuatro railes, que se encontraba tapada por la hierba crecida a consecuencia del largo periodo de inactividad en que llevaba sumida la línea.También había un bonito paseo flanqueado por una fila de árboles que le aportaban sombra y que lo hacían un lugar agradable para pasear en verano.
El paseo cruzaba las vías del tren e iba en dirección al manicomio, donde un loco se pasaba las horas mirando por la ventana.
Era muy habitual que las personas que por allí pasaban se tropezasen con uno de los railes y que, despues del traspies correspondiente, mirasen hacia atrás para ver con qué se habían tropezado. Cuando esto ocurría, nuestro loco se ponía muy contento y abriendo la ventana decía a voz en grito: "No mires para atrás, mira para adelante que hay más vías y te volverás a tropezar"
La experiencia ha de servirnos para saber afrontar el futuro, pero no para recrearnos en el pasado.
¿Qué piensas sobre esta afirmación?
Parece elemental, pero es muy ilustrativo.
ResponderEliminar¿Tendremos que aprender de los locos?
ResponderEliminarEl pasado nos ha ido modelando para llegar a ser lo que somos, no se puede eliminar.
ResponderEliminarCon ese pasado y con la reflexión se puede enfocar mejor el futuro?
Para esto último, es una buena ayuda el COACHING?
El pasado no lo podemos eliminar, se nos queda pegado como los percebes a la roca. Percibirlo como una losa pesada que tenemos que arrastrar o una fuente de inspiración y motivación, depende de nosotros. En general tendemos a evitar las experiencias que nos han resultado ingratas y a repetir las que nos han producido placer (esta es la base de la motivación). Reflexionar sobre esto nos permite averiguar qué es lo que nos gusta hacer, con qué actividades disfrutamos más, qué hacemos especialmente bien y con poco esfuerzo,... dónde está nuestro talento. Descubrirlo, sin duda, nos permite enfocar mejor el futuro.
EliminarEfectivamente el coaching es una magnífica ayuda ya que facilita que superemos barreras, eliminemos prejuicios, observemos la realidad de forma diferente abriéndonos nuevas vías de actuación en consonancia con nuestras competencias, nuestros valores y nuestro talento.
José Luis
Totalmente de acuerdo, aunque reconozco que los lastres del pasado, cuestan quitarlos, pero creo que es importante reconocerlos para poderse manos a la obra y hacer un trabajo interno para poder mirar al futuro, valorando más nuestros talentos y desechancho lo que nos hace mal. Por experiencia propia, el coaching me ha ayudado a poner nombre a "mis problemas" y trazar una línea de trabajo dónde pueda ver con claridad lo que se ha quedado estancado y volver a valorar otra manera de gestionarlo de diferente forma para obtener mejores resultados. Recomiendo el coaching como una herramienta para poder mejorar como personas, querernos un poquito más e intentar ser más positivo!!!.
EliminarEso del coaching supone tratar de mirar al futuro con optimismo?
ResponderEliminarEs autoconvencerse de que todo va a salir mejor?
Esto último no me ha dado resultado. El día a día me convence rápidamente de que no es así de sencillo.
El optimismo es una propensión a juzgar las cosas en su aspecto más favorable, mientras que el pesimismo lo hace en su aspecto más desfavorable:
EliminarMientras que para los optimistas, los pesimistas son unos agoreros, para éstos aquellos son unos ingenuos.
Podemos pensar (o al menos yo pienso) que es más saludable ser optimista pues te mantiene en un estado más feliz, aunque a veces suponga algo de ingenuidad. Pero esto no tiene nada que ver con el coaching.
El coaching es un proceso mediante el cual el coach ayuda al coachee a alcanzar metas que de forma individual no puede conseguir y esto es así porque le ayuda a percibir la realidad de otra forma diferente (ni más optimista ni más pesimista: diferente). Le ayuda a percibir diferencias que antes no apreciaba, a comprender puntos de vista que antes no entendía, a identificar recursos con los que ni siquiera contaba, le ayuda a enfocar los asuntos de forma diferente de modo que los resultados que obtiene también son diferentes y todo ello desde el análisis de lo factible, ayudando a salvar dificultades que el pesimista puede ver como muros infranqueables y ayudándole a marcarse metas alcanzables, aunque sean muy difíciles, situando el optimismo dentro de los parámetros de la realidad.