miércoles, 9 de enero de 2013

La Ética ¿un valor en alza?

Hace ya unos cuantos años paré mi coche ante unos heavies que estaban haciendo autostop a la salida de Orense. Eran dos chicos jóvenes, con una vestimenta y una apariencia inconfundibles que querían ir a Lérida para ganar algo de dinero con la recogida de la fruta, ya que en Orense no encontraban trabajo.

Eran dos personas encantadoras, con ganas de trabajar y de vivir, optimistas y llenas de vitalidad. Les pregunté por sus gustos y su ideología y, sin dudarlo pero cargados de ironía, aseguraron que adoraban al demonio pues está claro que el demonio domina la sociedad: triunfa el perverso, el abuso y el engaño se han consolidado como algo natural en cualquier tipo de relación; los negocios sucios imperan en todas partes y lo más claro de todo para asegurar que el demonio manda es que se admira al que defrauda y se enriquece de forma ilegal (“que listo ha sido que se ha llevado toda esa pasta y no le han pillao” es una frase que se escucha de forma repetida). ¡Esto es así!. Pues entonces habrá que admirar y rendir pleitesía a quien lo ha impuesto.

De vez en cuando surge alguna alarma que hacen aflorar voces demandando más ética. A principios de siglo, con la quiebra de ENRON desde diferentes foros se apuntaba la ética como una competencia exigible. Diez años más tarde seguimos reclamando comportamientos éticos. Nada ha cambiado.

Personalmente he procurado huir del debate sobre si la ética debe ser una competencia o no, ya que lo considero un valor moral más que una serie de pautas de comportamiento. Un valor moral que tiene una difícil matización: ¿es ético fabricar alcohol? ¿y tabaco? ¿y minas antipersonas? ¿y heroína?; las tres primeras cosas están autorizadas y se pueden hacer de forma legal, la cuarta no; ¿estar legalizado lo convierte en más ético?. En definitiva, siempre he visto a la ética como un valor que nos hace adquirir una actitud ante la vida, pero cada uno tiene una percepción diferente de lo que significa ese valor y es difícil, sino imposible, definir conductas concretas relacionadas con el comportamiento ético.

Sin embargo, recientemente he realizado un trabajo en una empresa donde he recogido comentarios parecidos a los que cito a continuación:
“No sé mentir ni me gusta, así que les pedí a los de administración que si había alguna información que yo no pudiera transmitir al cliente que no me la dieran”.
“Me habían dicho que para llegar a un acuerdo con el cliente podía llegar hasta los 75.000,00 € (como yo no me quiero apuntar tantos engañando a los clientes y esa era la cantidad que razonablemente le asignarían en un juzgado) le ofrecí directamente ese importe y le dije que consultase para verificar que no pretendía engañarle; curiosamente ya lo había hecho, le habían dicho la misma cantidad y llegamos a un acuerdo sin más trámite”

Esto me ha hecho considerar una competencia que podemos identificar como Honestidad que se podría definir de la siguiente manera: Capacidad para presentar las situaciones ante terceras personas, sin manipular la realidad y sin tratar de obtener posiciones de ventaja basadas en la mentira, en poseer información privilegiada o en situaciones de dominio.

Esta capacidad se pone de manifiesto a través de alguno de estos comportamientos:
1. Se preocupa por transmitir una imagen transparente y sincera.
2. No miente para tratar de conseguir beneficios con ello.
3. Utiliza la información que posee de forma abierta para que todos posean los mismos datos.
4. Solicita que se verifique su información a fin de asegurar su veracidad.
5. Cumple sus compromisos.

También lo podríamos denominar “Comportamiento recto” o “Ética”

¿Será que la ética se está convirtiendo en un valor en alza?

5 comentarios:

  1. Jose Luis lamento informarte que cada día vemos en prensa y televisión pruebas evidentes de que la ética cotiza a la baja.
    Nadie está interesado en que cotice al alza. Seguramente todos estamos esperando nuestra oportunidad para aprovecharnos o bien damos por imposible evitar que esas situaciones se produzcan y cerramos los ojos. Pero todos hemos de recordar que no solo se "peca" por la acción sino también por la omisión: la omisión de la denuncia, de la persecución, del aislamiento de quien actua con comportamientos no éticos.
    Todos podemos hacer cosas: no ver una cadena de tv determinada, no comprar productos o servicios de un fabricante o en una cadena concreta, .... Siempre podemos hacer algo. Por eso no todo está perdido. Solo hace falta que lo hagamos y que cada vez lo hagamos más.

    ResponderEliminar
  2. La ética, entendida como aquel comportamiento de una persona que no perjudica a otra, se practica muy poco.
    En los negocios, podríamos llegar a decir que no existe. El lucro, la ganancia fácil, el interés propio, priman sobre cualquier otra consideración.
    No es que las empresas carezcan de ética. Es que los directivos y propietarios carecen de ética. No la practican n sus relaciones con los demás, pero exigen que los demás la practiquen con ellos.
    Los mismos que en un restaurante exigirían un vino de una añada determinada porque les han querido engañar, vendieron las preferentes o acciones de su banco sabiendo que estaba quebrado.
    El problema es que la ètica va en una sola dirección, cuando en realidad debería ser bidireccional.

    ResponderEliminar
  3. Proverbio indio: lo que no se da, se pierde. Hasta que no empecemos a pensar en los demás antes que en nosotros mismos, esto no tienen remedio. Y es responsabilidad personal e intransferible de cada uno, no nos excusemos en ese ente abstracto llamado "la sociedad". Si todos pintamos de blanco nuestro trocito de muro negro, al final el muro será blanco. Difícil, pero no imposible. Hay que reinventar el mundo. #RethinkEverything

    ResponderEliminar
  4. ¡Bien por Pepe! "Etica" es costumbre o manera habitual de ser, así que empieza por uno mismo. Nunca "interesa" al individuo, pero es vital para la sociedad. Se aprende (o no) en la familia y en la escuela y así va calando poco a poco en el entramado social. Al final la clase política no es sino el reflejo de la catadura moral de la sociedad que la sustenta.

    ResponderEliminar
  5. Yo no estoy de acuerdo con Ernesto en el sentido de que se ético no le "interese" al individuo. Es posible que así sea en términos de corto alcance pero a la larga yo sí veo que es un valor que al individuo le interesa. Pensemos en términos de "felicidad", aunque sea un concepto difícil también de definir. Creo que los valores éticos no aseguran pero facilitan la felicidad personal.

    ResponderEliminar

Para publicar tu comentario deberás introducir una clave copiando una serie de letras y números que aparecerán en la pantalla, copia los números y las letras en el mismo orden en el que aparecen, dejando un espacio entre ellos.